domingo, 3 de agosto de 2008

Notas de nuestro Obispo desde Lambeth...

2 de agosto de 2008

La Eucaristía de la mañana fue celebrada por la Iglesia de Kenia. Quizás hayan oído que nadie de Kenia participaría en la Conferencia de Lambeth pues su Primado amenazó con deponer a los obispos que se atrevieran a venir a Lambeth, pero parece que cinco de ellos fueron lo suficientemente valientes como para responder positivamente a la invitación del Arzobispo de Canterbury. En realidad tenemos obispos de casi todas partes de la Comunión Anglicana, aunque algunos de ellos están manteniendo un perfil bajo por temor de ser penalizados cuando vuelvan a sus diócesis.

Lo que es interesante en el momento presente, es que la disputa de algunos de los obispos extremistas de África ya no solo es con la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos, sino que también con el Arzobispo de Canterbury. Basta con mirar las recientes declaraciones del Obispo Henry Orombi de Uganda al London Times describiendo al Arzobispo de Canterbury como un vestigio del colonialismo Británico, simplemente un líder designado por un gobierno secular.

Hubo una cierta tristeza en mi al saber que nos queda solamente un encuentro más del grupo de Estudio Bíblico. Mi grupo estuvo feliz de ver al Obispo de Ely, quien volvió de tareas en la Cámara de los Lores. Fue lo suficientemente atento como para traernos un libro con fotos de su catedral, y otro describiendo el trabajo en la Cámara de los Lores, para cada uno.

La lectura del Estudio Bíblico de hoy fue Juan 18, 1-18, que contiene la última declaración “Yo soy” de Jesús. Las palabras son, por tanto, un signo de la transición desde el ministerio y la enseñanza hacia el sufrimiento y la muerte en la cruz. A lo largo del Evangelio Jesús dijo “aún no ha llegado mi hora”; pero en este momento, finalmente, llegó. Como si quisiera enfatizar la transición de la declaración de Jesús “Yo soy” hacia el supremo acto de entregarse a sí mismo en manos de sus enemigos, el Evangelista San Juan sitúa el último “Yo soy” en la escena del arresto. Finalizamos nuestro Estudio Bíblico con una oración muy apropiada, leída antifonalmente, que quisiera compartir con ustedes:

“Señor Jesús, hemos prometido seguirte como discípulos, pero muy a menudo pensamos que conocemos el camino por nosotros mismos.

Perdónanos por nuestra terquedad y abre nuestros ojos a tu presencia entre nosotros, Señor.

Queremos avanzar, tal como tú lo hiciste en el jardín, pero algunas veces tenemos miedo, pues los peligros son reales.

Perdónanos cuando fallamos en ser testigos, y permite que nuestros corazones temerosos estén tranquilos en ti, Jesús.

Hemos intentado velar por aquellos a quienes nos has confiado, pero algunas veces nos echan y nos retiramos airados.

Perdónanos cuando nos rendimos demasiado pronto, Señor, y alimenta en nosotros una paciente buena voluntad.

Cristo Señor, permite que la gloria de tu Nombre brille tanto en nosotros que podamos atender a tus ovejas como tú nos enseñaste, y amarnos unos a otros como tú nos mostraste.

Amén.”

Después fuimos a nuestros grupos Indaba, donde continuamos trabajando en el Pacto Anglicano. Nos marcaron áreas donde la mayoría de los grupos estaban en desacuerdo. Fue interesante que todos los grupos mencionaron que el Apéndice del Pacto Anglicano era muy cuestionable.

La mayoría de los Obispos tuvo problemas con la Sección 3, “El Principio de Consulta”, y la Sección 8, el área que trata con el “Rechazo de una Solicitud de un Instrumento de Comunión”:

3.2 Dentro del mes después de ser consultado, el Arzobispo de Canterbury habrá entonces de (a) buscar la resolución del asunto, de manera personal y a través de la guía pastoral o (b) referir el asunto a los tres Asesores, nombrados de manera apropiada por el mismo Arzobispo.

3.3 Si transcurrido un mes de la divulgación de la guía pastoral del Arzobispo de Canterbury, ésta no ha tenido éxito, en opinión del mismo Arzobispo, entonces éste habrá de, tan pronto como sea prácticamente posible, referir el asunto a los Asesores, quienes actuarán de acuerdo con el Párrafo 3.4.

Después, el área más discutida del Apéndice fue sobre lo que ocurre después que el Arzobispo y los Asesores toman una decisión:

8.4. Si el Consejo decide que el rechazo es incompatible con el Pacto, entonces durante el curso de esa reunión del Consejo, bien (a) la Iglesia implicada puede declarar voluntariamente que renuncia a la fuerza y sentido de los propósitos del Pacto, o (b) el Consejo decidirá si se puede entender que la Iglesia implicada ha renunciado a la fuerza y sentido de los propósitos del Pacto.

8.5. Si se emite una declaración o resolución de una renuncia tal, el Consejo Consultivo Anglicano, tan pronto como sea posible, habrá de iniciar un proceso de restauración con la Iglesia implicada, en consulta con todas las Iglesias de la Comunión y los otros Instrumentos de Comunión.

La segunda parte de la discusión en Indaba tuvo que ver con la cuestión en torno a la moratoria y con el Foro Pastoral propuesto; también acerca de nuestras sugerencias para mejorar la salud de la Comunión Anglicana.

Creo que la mayoría de los obispos estaban considerando la continuidad de la moratoria del Reporte Windsor (sobre inmiscuirse en otras provincias a ministrar a los conservadores, la bendición a parejas del mismo sexo y el consagrar personas homosexuales en pareja al episcopado). Otros quería saber por cuánto tiempo y con qué propósito.

Desde todos lados hubo una oposición considerable al Foro Pastoral, y la mejor sugerencia para mejorar la Comunión fue el fortalecer al Consejo Consultivo Anglicano, que está compuesto de laicos, presbítero y obispos, y quitar algunos de las potestades que los Primados se han apropiado, sin consulta alguna, en los últimos años. La preocupación de los obispos es que esto nos estuviera llevando a una especie de exclusivo club de Cardenales Anglicanos.

Pudimos descansar un poco por la tarde para luego continuar con las audiencias referidas al Pacto Anglicano. Por la noche nos encontramos en Big Top para un programa presentado por los stewards, en el que estos jóvenes nos tomaron un poco el pelo a los obispos.

Mañana es el último día de la Conferencia. Finalizará con un servicio mayor en la Catedral de Canterbury. Ahora es tiempo de descansar y prepararnos para el último día en Lambeth. Estoy agradecido a Dios por haber podido traerlos a todos conmigo a la Conferencia de Lambeth. Sé que me estoy yendo como un mejor líder, con una fe más fuerte y el compromiso de servir al Señor en medio de ustedes. He estado orando por ustedes cada día.

Bendiciones,

+Miguel