lunes, 21 de julio de 2008

Las muchas formas de decir "Hola"... Notas de nuestro Obispo desde Lambeth

En estos dos días me fue recordada las muchas maneras que existen en este planeta de decir “Hola”. Estreché las manos con Británicos, Norteamericanos, Canadienses y Australianos; el Obispo de España y varios Obispos francófonos de África me saludaron con un beso en cada mejilla; me incliné muchas veces ante los Obispos Japoneses; recibí muchos abrazos, algo que los Uruguayos conocemos muy bien; muchos de estos abrazos podrían parecer demasiado emocionales y hasta románticos a los ojos no acostumbrados de hermanos del hemisferio Norte, aunque es lo más normal en otras culturas. Y aún en otras, no solo se abrazan y besan, sino que para finalizar el ritual juntan sus frentes como signo de amistad.

De los asistentes a la Conferencia de Lambeth, aproximadamente dos tercios de los Obispos están participando por primera vez. Algunos de ellos están en su segunda Conferencia. Solo un Obispo y su esposa están participando por cuarta vez.

La Conferencia comenzó extraoficialmente la noche del miércoles, donde cerca de 650 Obispos de todo el mundo se hicieron presentes. Debo decir que la mayoría de los Obispos son de África y de otros continentes del tercer mundo. Nos han dado equipos de traducción para el audio, con 8 idiomas diferentes del mundo, incluyendo el Español. La Conferencia tendrá la apertura oficial, muy formal, el Domingo, donde todos los Obispos entrarán en procesión a la Catedral de Canterbury, usando las sotanas púrpuras.

Dentro de la carpa del encuentro, llamada Big Top, el ambiente es cálido, y al salir, quienes están acostumbrados a los climas más cálidos, sienten el frío. Es fácil identificar de qué parte del mundo vienen los Obispos y sus esposas. Cuanto más cerca del Ecuador, más frío se siente en este clima del sureste británico, aunque algunos de quienes viven aquí están de manga corta.

El jueves por la mañana estuvimos nuevamente en “Big Top” para la celebración de la Eucaristía. Fue una experiencia maravillosa, con cientos y cientos de hermanas y hermanos de toda la Comunión Anglicana. ¡Qué hermosa música se produjo, no sólo proveniente del coro, sino también de la asamblea de fieles!

También comenzamos con nuestros estudios bíblicos y de oración, reunidos en grupos de 8 ó 9 Obispos. Comenzamos a estudiar el Evangelio de Juan, con un comentario que el Equipo de Estudio Bíblico desarrolló a lo largo de dos años. El equipo estuvo integrado por teólogos y biblistas de diferentes países y seminarios de Estados Unidos, Inglaterra, Tanzania, Sudáfrica, Congo y Nueva Zelandia.

Es para mí un privilegio poder compartir el grupo de estudio bíblico y oración con los Obispos Alvarez (Puerto Rico), Carranza (Los Angeles), Garrison (Nueva York Occidental), Goldsworthy (Australia), Langrish (Exeter), O’Neill (Colorado), Prandes (Cuba), Venables (Argentina) y Frade (Florida Suroriental). Espero poder desarrollar un mayor acercamiento con estos hermanos Obispos, mientras nos embarcamos en nuestra travesía espiritual conjunta hasta principios de Agosto.

Después de nuestros estudios bíblicos y de oración, nos apresuramos a formar fila y debimos esperar cerca de 20 minutos, cuando una llovizna comenzó a caer. Rápidamente abrimos nuestros paraguas, pero fue realmente interesante el ver como algunos Obispos del Reino Unido los mantuvieron cerrados porque, a su entender, esa pequeña llovizna no lo ameritaba.

Finalmente llegamos a los autobuses que nos llevarían a la Catedral de Canterbury para el retiro de 3 días que termina el sábado. La Catedral de Canterbury estaba cerrada al público, lo que entristeció a algunos turistas y peregrinos, pero puedo entender que albergar cientos de Obispos bajo el mismo techo, era más que suficiente para el staff del lugar.

El Arzobispo de Canterbury dirigió las meditaciones que estuvieron acompañadas de tiempos libres de silencio y meditación. La Catedral de Canterbury es, de por sí, un lugar profundamente espiritual que contiene mucha historia. Es la sede del Arzobispo de Canterbury como Primado de toda Inglaterra, Obispo Diocesano de Canterbury así como Primus iter pares de todos los Obispos de la Comunión Anglicana. Ha sido un lugar de adoración Cristiana por casi 1700 años. Aquí es donde San Agustín y sus compañeros de misión se instalaron para comenzar su trabajo de traer nuevamente el Cristianismo a Inglaterra. Es también el lugar donde, el 29 de diciembre de 1170, San Thomas Becket fue asesinado por cuatro caballeros que tomaron la famosa exclamación del Rey Enrique II como una orden: “¿No habrá nadie capaz de librarme de este humilde sacerdote?”. La Catedral es también famosa por “Los Cuentos de Canterbury”, de Geoffrey Chaucer, que relata las historias de muchos peregrinos que visitaron el lugar donde Becket fue asesinado.

El Arzobispo nos recordó nuestro gran llamado a ser Pastores de nuestro rebaño. “Debemos ser signo de unidad de una nueva humanidad y no presidentes exhaustos de un sinfín de comisiones.” Debemos ocuparnos de la iglesia siguiendo el ejemplo de San Pablo, tal como lo expresa en 2 Corintios 11, 28.

El Arzobispo enfatizó que “los Obispos están llamados también a proclamar la justicia y recordar a su gente que la muerte de un niño en Myanmar o en Africa, nos disminuye a cada uno de nosostros en nuestros países. Cristo nos invita a responder a aquellos menos afortunados que nosotros.”

Espero que llegue el viernes para continuar nuestro retiro en la Catedral de Canterbury junto al Arzobispo, y a adorar una vez más dentro del “Big Top”, así como a continuar nuestros estudios bíblicos y de oración.

Bendiciones

+Miguel